08 julio 2008

Crean vacuna oral que ingresa al cuerpo y luego se autodestruye

Un nuevo tipo de vacuna que se escabulle por el cuerpo y luego se autodestruye, todo sin necesidad de usar ninguna aguja, ofrecería una nueva forma de protección contra varias enfermedades, informaron investigadores estadounidenses.

Los expertos modificaron genéticamente un tipo de bacterias de salmonela para que portaran una pequeña porción de estreptococo y colocaron gotas del preparado en la boca de ratones.

En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores dijeron que la vacuna protegió a los roedores y que el portador de salmonela luego se destruyó.

"Desarrollamos una técnica de contenido biológico donde los microorganismos se destruyen a sí mismos", dijo en una entrevista telefónica Roy Curtiss, de Instituto de Biodiseño de la Arizona State University, quien condujo el estudio.

"Las bacterias no sólo estallan, mueren y no sobreviven sino que pueden ser usadas como un antígeno", añadió Curtiss.

Un antígeno es una proteína que puede ser reconocida y atacada por el sistema inmune.

Curtiss y sus colegas emplearon un antígeno encontrado en el Streptococcus pneumoniae, que causa la neumonía bacteriana. El equipo lo colocó en la bacteria salmonela, la cual invade las células y se reproduce fuera de control hasta que hace estallar la célula.

La vacuna protegió a los ratones de la infección, llevando el antígeno del estreptococo a las células. Luego, antes de que la salmonela pudiera hacer cualquier tipo de daño, estalló.

El autor cree que el enfoque podría usarse no sólo contra las bacterias sino también los virus, las infecciones por hongos y los parásitos.

Podría además solucionar el problema de usar las llamadas vacunas vivas, dijo Curtiss. Esas inmunizaciones son altamente efectivas pero aún cuando la bacteria o virus usado está atenuado o debilitado puede escapar y mutar a una forma peligrosa que cause enfermedad.

Curtiss desarrolló una forma de debilitar la salmonela viva para que no pueda vivir mucho fuera del tubo de ensayo.

Las bacterias pueden cultivarse de una forma en que se evite que formen una pared celular, para que así no puedan sobrevivir ni multiplicarse.

"Estas vacunas se administran oralmente", señaló el autor, quien espera comenzar las pruebas en humanos dentro de un año.

Fuente: La Segunda

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