24 noviembre 2005

Conservarán código genético de ocho especies chilenas en vías de extinción

El picaflor de Juan Fernández, la taruca altiplánica (ciervo), el zorro chilote, la chinchilla, el huemul del sur, la comadrejita trompuda, el huillín y la huiña son las ocho especies silvestres nativas que serán conservadas en un banco de recursos genéticos de animales en peligro de extinción de Chile.

La investigación recolectará biopsias de cada una de las especies, que luego servirán para desarrollar cultivos primarios celulares in vitro que serán criopreservados.

El proyecto fue desarrollado por la Fundación para la Innovación Agraria, del Ministerio de Agricultura, y será ejecutado por la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Concepción, Campus Chillán, a través de los académicos e investigadores Fidel Ovidio Castro y Oscar Skewes Ramm, del Departamento de Ciencias Pecuarias.

Macarena Vio, subdirectora de la Fundación para la Innovación Agraria, señala que “la iniciativa contribuirá a rescatar especies al borde de la extinción y salvaguardar los recursos genéticos autóctonos del país mediante este banco, que será patrimonio del país y estará disponible para otros investigadores y especialistas que necesiten los recursos aquí guardados, con el fin de colaborar con la biología conservacionista y los esfuerzos del Estado en la materia”.

Por su parte, el investigador y académico Fidel Ovidio Castro explica que el proyecto “dotará al país de un verdadero reservorio de células funcionales, de alto valor, útiles en investigaciones científicas de distinta índole, tales como estudios de epidemiología molecular de enfermedades que azotan a estas especies, caracterización y filogenia de razas y sobre todo, como posibles donantes de núcleo para la clonación somática y por ende el rescate de especies”.

Según la disponibilidad de las ocho especies, se conservarán el semen, los embriones y algunos fragmentos de tejido (líneas celulares). Para la colecta de los especímenes, como norma general se procederá a la captura por medio de dardos con anestésicos, cuya posología se calculará cuidadosamente para cada ejemplar.

Las muestras criopreservadas son en principio eternas y podrían originar nuevos individuos o cultivos cuando los investigadores y la sociedad chilena del futuro así lo decidan.

Fuente: La Nación Chile