01 agosto 2007

Fumar durante el embarazo aumenta la presión arterial del bebé

El hijo de una mujer que fuma durante el embarazo tendrá presión arterial anormalmente alta durante los primeros meses de vida, según muestra un estudio holandés.

Una nota positiva del informe es que sólo el seis por ciento de las 456 mujeres estudiadas fumaron durante el embarazo.

Sin embargo, los bebés nacidos de esas 30 mujeres tenían presión arterial sistólica 5.4 puntos más alta en promedio que los bebés nacidos de las no fumadoras.

La presión arterial sistólica es la cifra superior de las dos usadas en una lectura y mide la presión cuando el corazón está completamente contraído. Los investigadores del Centro médico universitario de Utrecht no encontraron una relación entre el tabaquismo materno y la presión arterial diastólica, la cifra inferior.

La verdadera preocupación es que "se ha encontrado que la presión arterial persiste con el tiempo, de manera que una persona que tenga hipertensión a una edad temprana típicamente se vuelve hipertensa posteriormente", explicó Daniel T. Lackland, profesor de epidemiología de la Universidad médica de Carolina del Sur y vocero de la American Heart Association. Lackland no participó en el estudio.

Tal vez algo más significativo que el resultado sobre la presión arterial es el hallazgo de que los bebés nacidos de las mujeres del estudio que fumaban tenían pesos de nacimiento significativamente más bajos, eran más bajitos y tenían circunferencias de pecho menores que los bebés de las no fumadoras, apuntó Lackland.

"Un elemento que realmente sobresale es este retardo del crecimiento intrauterino", dijo Lackland. "Fumar afecta la vida fetal, así que esencialmente afecta al bebé para toda la vida".

El estudio, que se espera que sea publicado en la edición de septiembre de Hypertension, tuvo algunas limitaciones, afirmó el Dr. Michael Katz, vicepresidente principal de programas de investigación y globales de la March of Dimes Birth Defects Foundation. Por ejemplo, dependió de cuestionarios de información sobre los hábitos de fumar de las mujeres, los cuales no siempre son confiables, señaló.

Aún así, el estudio corrobora la largamente respaldada recomendación de que ninguna mujer que esté embarazada o que podría quedar embarazada debe fumar, dijo Katz.

"Una cosa que no hay que buscar es otro motivo para no fumar", aseguró. "Todo aspecto de fumar es malo. Es uno de los peores venenos que tenemos".

Pero el aumento en la presión arterial de los bebés podría ser significativo si persiste, señaló Katz. "Lo que es muy importante es saber cuánto dura", planteó. "¿Es un fenómeno que se termina por sí mismo? Determinarlo requeriría de un estudio a largo plazo".

Los investigadores holandeses señalaron que planean seguir a los niños durante al menos cuatro a cinco años para determinar si el aumento en la presión arterial sistólica persiste.

Incluso si se encuentra que el aumento en la presión arterial no continúa más adelante en la vida, Katz añadió que los resultados del estudio "añaden una gota adicional y la copa de agua se está derramando", en referencia a los muchos efectos nocivos que el tabaquismo materno tiene sobre el feto. Nunca está de más tener más evidencia sobre el daño para presentársela a mujeres en edad fértil, afirmó.

"¿Quién sabe en qué punto de los varios argumentos prevalecerá la convicción de que fumar en el embarazo es malo?", planteó. "Las mujeres que tienen problemas con su presión arterial también podrían responder a esto".

Fuente: Medline

Etiquetas: , , ,