09 junio 2006

Un nuevo estudio revela que la mutilación genital femenina expone a las mujeres y a sus niños a riesgos importantes en el momento del parto

Se consideran complicaciones graves durante el parto la necesidad de realizar una cesárea, una hemorragia peligrosamente abundante después del nacimiento del niño, y la hospitalización prolongada después del parto. El estudio reveló que el nivel de complicación aumenta con la extensión y la gravedad de la mutilación genital femenina (MGF).

En lo referente a la cesárea, las mujeres sometidas a la forma más grave de MGF ("MGF III") sufren como media un 30% más de cesáreas en comparación con quienes no han sido sometidas a MGF. Se observa asimismo un 70% de aumento de los casos de hemorragia posparto entre las mujeres con MGF III en comparación con las otras.

"Gracias a este estudio, por primera vez disponemos de datos que demuestran que las mujeres que han sufrido MGF presentan una probabilidad significativamente mayor de tener un parto peligroso y con complicaciones", ha señalado Joy Phumaphi, Subdirectora General de Salud Familiar y Comunitaria, Organización Mundial de la Salud. "

La MGF es una práctica anclada en la cultura y las tradiciones, pero a la que habría que poner término. Debemos apoyar a las comunidades que intenten abandonar esa práctica y mejorar la atención dispensada a sus víctimas. Debemos también oponernos categóricamente a la medicalización de la MGF. La OMS ha expresado su total rechazo a que la MGF sea llevada a cabo por personal médico."

El estudio reveló asimismo que la MGF pone al niño en una situación de peligro considerable durante el parto. Los investigadores detectaron una mayor necesidad de reanimar a los bebés cuya madre había sufrido MGF (aumento del 66% en las mujeres con MGF III). La tasa de mortalidad entre los bebés durante e inmediatamente después del parto es también mucho mayor entre los nacidos de madres con MGF: un 15% superior en los casos de MGF I, 32% en caso de MGF II, y 55% en caso de MGF III. Se estima que en el continente africano la práctica ocasiona entre 10 y 20 muertes adicionales de bebés por cada 1000 partos.

"Esta investigación se realizó en hospitales, entorno en el que las mujeres que han sufrido MGF son atendidas por personal de obstetricia. Las consecuencias para las innumerables mujeres que dan a luz en el hogar sin la ayuda de personal con experiencia, así como para sus hijos, son probablemente aún peores", añadió el Dr. Paul Van Look, Director del Programa Especial de Investigaciones sobre Reproducción Humana (HRP) que organizó el estudio.

Participaron en el estudio 28 393 mujeres, en un total de 28 centros obstétricos de seis países donde la MGF es una práctica corriente: Burkina Faso, Ghana, Kenya, Nigeria, Senegal y Sudán. Esos centros -desde hospitales rurales relativamente aislados hasta hospitales docentes de las capitales- se eligieron procurando obtener una muestra suficientemente diversa de casos de MGF.

Nota: La mutilación genital femenina, conocida a menudo como "circuncisión femenina", abarca todos los procedimientos que entrañan la ablación parcial o total de los genitales externos femeninos u otras lesiones de esos órganos provocadas por motivos culturales o religiosos o por otras razones no terapéuticas. Hoy día se practican diferentes tipos de mutilación genital femenina, entre los que cabe destacar los siguientes:
Tipo I (MGF 1): escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris;
Tipo II (MGF II): escisión del clítoris con escisión total o parcial de los labios menores;
Tipo III: escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación)


Fuente: OMS