14 abril 2006

Rusia celebra el primer vuelo de Gagarin

El cohete que puso en órbita la nave Vostok no era más que la modificación de un misil balístico intercontinental proyectado para transportar una ojiva nuclear capaz de alcanzar el territorio de Estados Unidos.

En lugar de la ojiva, en el cohete se instaló la cápsula en la que apenas cabía Gagarin, pese a su baja estatura, que fue uno de los criterios que jugaron a favor de su elección entre otros candidatos, también pilotos militares.

En el primer vuelo del hombre al espacio, Gagarin fue poco más que pasajero y desempeñó un papel pasivo, porque todos las maniobras se ejecutaron automáticamente desde la Tierra.

En el último momento, poco antes de cerrarse la escotilla de la Vostok, el director del programa, Mark Gallay, le entregó a Gagarin un sobre sellado.

Dentro del sobre había un papel con varias cifras, el código que permitiría a Gagarin desbloquear el tablero de mandos de la Vostok y asumir el control de la nave en el caso de una falla en los sistemas automáticos.

El objetivo era impedir que ocurriera un fallo por un error del propio cosmonauta, y según el programa de vuelo, Gagarin sería el último recurso para tratar de solucionar un eventual problema grave.

Los expertos, médicos y responsables del proyecto no descartaban que Gagarin pudiera perder el juicio ante la impresión de verse en la órbita terrestre.

Además, el retorno supuso un serio riesgo porque la Vostok no tenía recursos técnicos para posarse en Tierra, y Gagarin, a 7 mil metros de altura, tuvo que abandonar la nave carbonizada con ayuda de la silla de eyección y aterrizar en paracaídas.

Fuente: El Mercurio