21 septiembre 2006

Lugares para fumadores están nueve veces más contaminados

Los bares, restaurantes o medios de transporte donde los fumadores son bien recibidos están, en promedio, 89% más contaminados que los lugares públicos donde fumar está prohibido. Así lo establece un estudio realizado en 24 países por la Universidad de Harvard y publicado ayer en EE.UU.

El estudio midió los niveles de polución ambiental en 1.280 restaurantes, bares, medios de transporte y otros sitios públicos en Estados Unidos, Canadá, América del Sur (Uruguay y Venezuela), Europa, Medio Oriente y el Sudeste de Asia.

Algunas de las naciones consideradas, como Irlanda, España y Nueva Zelandia, ya cuentan con leyes que prohíben fumar en lugares públicos. De hecho, fue en estos países en donde se registraron los promedios más bajos de contaminación.

"Este estudio demuestra claramente los beneficios para la salud pública de aplicar las recomendaciones del tratado antitabaco promovido por la Organización Mundial de la Salud", dijo el doctor Andrew Hyland, uno de los autores.

Dicho tratado ha sido firmado por 168 países, entre ellos Chile.

El estudio -en el que también participaron el Roswell Park Cancer Institute y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer- se centró en la presencia de partículas en suspensión de un diámetro inferior a 2,5 micrómetros (los llamados "MP2,5"), susceptibles de penetrar en los pulmones.

Las tasas de contaminación varían mucho de un país a otro, pero la divergencia entre los lugares de fumadores y de no fumadores persiste en todas partes, precisa el estudio. La contaminación es casi nueve veces mayor en los recintos para fumadores en comparación con los de no fumadores.

En promedio, en estos últimos la proporción de partículas finas en el aire es de 36 microgramos por metro cúbico, cifra que en los sitios de fumadores se eleva a 317.

Al comparar entre los lugares donde se puede fumar, las diferencias son amplias: los medios de transporte tienen una media de 248; los restaurantes, de 261, y los bares, de 494.

Según los expertos, la exposición representa una amenaza para la salud cuando la media diaria en un año es superior a 15 microgramos de partículas finas por metro cúbico de aire, o cuando sobrepasa los 65 microgramos durante más de 24 horas.

El riesgo no es sólo para el fumador: también para el que respira el humo de segunda mano, que es una mezcla entre los químicos que libera la combustión de puros, pipas y cigarrillos más el humo que exhalan los pulmones de los propios fumadores.

Este humo tiene más de 4.800 químicos, entre los que hay 69 cancerígenos y otros compuestos tóxicos y mutagénicos.

Los efectos de exponerse a este humo incluyen enfermedades cardíacas, cáncer pulmonar, muerte súbita infantil, infecciones respiratorias agudas y agravamiento del asma en niños.

Por esto, "el estudio es un serio llamado a que todos los países que han ratificado el convenio antitabaco se aseguren de implementar las medidas que aseguren ambientes libres de humo", dijo Mary Assunta, directora de la Framework Convention Alliance, un grupo de 200 ONG de más de 90 países que apoyan dicho tratado.

Fuente: El Mercurio

1 Comments:

At 12:20 a. m., Blogger creación y resiliencia said...

Pese a todo soy un fumador social y me gustan los pubs donde se pueda fumar.

Estoy consciente del riesgo de fumar, pero debo fumar unos diez puchos al mes, con suerte.

Algún día dejaré de fumar. Por ahora mi gran desafío es bajar de peso.

Un abrazo

 

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