07 diciembre 2006

Calculan que el consumo de tabaco en España disminuirá entre un 5 y un 7% a finales de 2006

El consumo de tabaco en España se habrá reducido en España entre un cinco y siete por ciento a final de año, según los cálculos del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), compartidos por los estanqueros.

Según informa una nota de esta organización, integrada por 42 sociedades científicas y asociaciones del ámbito sanitario español, en 2006 se han vendido 200 millones de cajetillas menos de tabaco.

En relación a 2005, las ventas de tabaco descendieron más de un 6 por ciento en el primer trimestre de 2006, si bien esta tendencia se ha moderado hasta un 3,7 por ciento en octubre.

"En cualquier caso, -añade- esta cifra supone un descenso seis veces mayor que el que hubo en 2005, que fue del 0,6 por ciento, y equivale a que se han dejado de vender unos 200 millones de cajetillas".

Esto es "muy positivo en la medida en que el menor consumo significa menos enfermedad y muertes prematuras tanto en el presente como en el futuro", según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.

Si además se tiene en cuenta que los españoles consumen entre "el 60 y 65 por ciento de todo el tabaco que se vende legalmente en España, eso supone que el descenso real de compra de tabaco por parte de los ciudadanos españoles se situará al final de año entre el 5 y el 7 por ciento".

Los datos del CNPT, explica la nota, "coinciden con las que están suministrando los propios estanqueros".

A la hora de valorar "correctamente estas cifras, hay que tener en cuenta la circunstancia de que España está boicoteando una parte importante de las políticas preventivas contra el tabaco que siguen países vecinos, consistente en elevar su precio para disuadir el consumo".

En Francia, por ejemplo, la marca más vendida cuesta más de 4,20 euros, mientras que en España es de 2,70; algo parecido al caso español, ocurre en Luxemburgo y Austria, que tienen precios muy bajos en comparación con sus vecinos.

La diferencia de precios en naciones fronterizas (Portugal también grava el tabaco muy por encima de lo que hace España) "distorsiona la equivalencia entre ventas y consumo de tabaco entre los españoles, como pone de relieve que cada año sea mayor el porcentaje de ventas legales al exterior".

"La razón de que esto sea así es sencilla: los visitantes que llegan a España, y también la población limítrofe de Francia y Portugal, compran tabaco porque su precio es un 50 por ciento de media más barato que en sus países. De ahí que no sea descabellado afirmar que, en buena medida, somos el gran estanco de la Europa occidental".

Las autoridades económicas españolas "deberían saber que el tabaco es un producto en regresión lenta pero inexorable y con poco futuro en toda Europa, de la que proceden la mayoría de turistas que visitan España".

Por eso, argumenta el CNPT, no puede considerarse que la actual política fiscal española del tabaco, pese a los modestos incrementos del impuesto mínimo, sea una estrategia positiva ni para la salud de los españoles ni para la balanza comercial.

A juicio de esta organización, en un Estado que verdaderamente vela por los ciudadanos, la protección de la salud debe prevalecer sobre las consideraciones económicas sectoriales.

"¿De que sirve tener el tabaco barato si eso nos incrementa el consumo y por lo tanto el gasto sanitario y social? El tabaco es un muy mal negocio, no solo para el fumador individual, sino también para el Estado", concluye el comunicado.


Fuente: Agencia EFE

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